La ciudad de Budapest es famosa por sus impresionantes edificios y monumentos, y uno de los más emblemáticos es la Basílica de San Esteban. Este majestuoso templo es una parada obligada para cualquier turista que visite Hungría, ya que no solo ofrece una hermosa arquitectura, sino también una fascinante historia detrás de sus muros. En este artículo, nos adentraremos en la historia de la Basílica de San Esteban y te contaremos todo lo que necesitas saber para disfrutar al máximo de tu visita.
La historia de la Basílica de San Esteban
La Basílica de San Esteban es el edificio religioso más grande de Hungría y lleva el nombre del primer rey húngaro, San Esteban. La construcción de esta basílica comenzó en 1851 y se prolongó durante más de 50 años debido a diversos contratiempos, incluyendo la revolución húngara de 1848 y la Primera Guerra Mundial. Finalmente, fue inaugurada en 1905, aunque las obras de decoración y restauración continuaron hasta la década de 1930.
La basílica sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial, cuando fue bombardeada por las fuerzas aliadas. Sin embargo, gracias a la determinación de los ciudadanos de Budapest, fue restaurada y reabierta al público en 1947. Desde entonces, se ha convertido en un símbolo de la resistencia y la perseverancia del pueblo húngaro.
Explorando la Basílica de San Esteban
Al entrar en la basílica, serás recibido por una impresionante cúpula de 96 metros de altura, que se puede ver desde casi cualquier punto de la ciudad. El interior de la basílica está ricamente decorado con mármol, mosaicos y pinturas, y alberga numerosas obras de arte religioso de renombrados artistas húngaros.
Uno de los aspectos más destacados de la basílica es su reliquia más preciada: la mano derecha momificada de San Esteban. Según la leyenda, esta mano fue salvada de la destrucción durante la invasión turca en el siglo XVI y ha sido venerada por los fieles desde entonces. Se puede acceder a la capilla de la reliquia a través de una escalera de caracol que ofrece una vista impresionante del interior de la basílica.
Consejos para tu visita
Si estás planeando visitar la Basílica de San Esteban, aquí tienes algunos consejos para que tu experiencia sea lo más placentera posible:
- Lleva ropa adecuada: Como en cualquier lugar de culto, se espera que los visitantes vistan de manera respetuosa, con los hombros y las rodillas cubiertos.
- Compra una entrada combinada: Si también quieres visitar el tesoro de la basílica y la cúpula, puedes comprar una entrada combinada por un precio más económico.
- Sube a la cúpula: La cúpula de la basílica ofrece una vista panorámica de Budapest y es una experiencia que no te puedes perder. Sin embargo, ten en cuenta que hay que subir 364 escalones para llegar a la cima.
- Asiste a un concierto: La basílica también es conocida por sus conciertos de órgano y música clásica, que se celebran regularmente. Consulta el calendario de eventos para no perderte esta experiencia única.
Descubriendo Budapest
Además de visitar la Basílica de San Esteban, Budapest ofrece una amplia variedad de actividades para los turistas aventureros. Puedes pasear por el famoso Puente de las Cadenas, explorar el Castillo de Buda o relajarte en uno de los numerosos baños termales de la ciudad.
También puedes probar la deliciosa gastronomía húngara, que combina influencias de la cocina turca, austriaca y eslava. No te pierdas platos típicos como el goulash, el lángos o el strudel de manzana.
En definitiva, visitar la Basílica de San Esteban en Budapest es una experiencia que no te puedes perder durante tu viaje a Hungría. Con su impresionante arquitectura y su rica historia, es un lugar que te dejará sin palabras y que te hará sumergirte en la cultura y el patrimonio de este hermoso país.
¡No esperes más y planifica tu viaje a Budapest para descubrir la majestuosidad de la Basílica de San Esteban y todo lo que esta ciudad tiene que ofrecer!